¿Qué es la terapia de duelo?

La terapia de duelo es un proceso terapéutico que busca acompañar a las personas que están pasando por el dolor emocional y psicológico que se produce tras la pérdida de un ser querido. Esta terapia se enfoca en ofrecer un espacio seguro y empático en el que la persona pueda expresar sus sentimientos y pensamientos, así como en proporcionar herramientas y estrategias para que pueda hacer frente a la pérdida y adaptarse a su nueva realidad. A través de la terapia de duelo se puede procesar el dolor, aceptar la realidad de la pérdida y encontrar un nuevo sentido de vida. La terapia puede ser individual o grupal.

¿Qué es el duelo? | Terapia de duelo

El duelo es un proceso natural de adaptación emocional que se produce después de la muerte de un ser querido (persona o animal) o de cualquier otro tipo de pérdida (ruptura de vínculo de pareja, de amistades o familiares; cambios físicos durante o después de una enfermedad; fin de un proyecto personal o laboral) El duelo viene acompañado de una fuerte sacudida en nuestra vida.

¿Cuáles son las etapas del duelo? | Terapia de duelo

Según Elisabeth Kübler-Ross las etapas o fases del duelo son 5: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Durante el proceso de duelo no es necesario transitarlas todas ni que estas sigan ningún orden concreto, pueden mezclarse, confluir, incluso repetirse. Volver a pasar por alguna de estas fases no significa que no estés avanzando en tu proceso. 

En mi proceso de duelo he pasado por todas y varias veces. Por ejemplo, hace dos años de la muerte de mi madre y aún hay veces que no me lo creo y esto significa que vuelvo a transitar la negación. En la observación de mi proceso de duelo he descubierto que hay una etapa más de la que ningún expert@ habla y yo creo que es esencial nombrar: el GOZO.

Etapas del duelo (5 según Kübler-Ross y 1 según Nydia Crespo)

  • NEGACIÓN: Es una reacción temporal que vivimos para protegernos del shock. Cuando alguien muere o perdemos algo de manera abrupta necesitamos tiempo para asimilar lo ocurrido, así que nuestro cerebro nos ayuda y aparece la negación como protección ante el dolor tan fuerte que aparece. Se manifiesta como sensación de estar en una nube, incredulidad, confusión, aturdimiento, ansiedad…
  • IRA: Es la reacción emocional que aparece ante la realidad de lo sucedido. Se busca culpar a algún factor, a alguien o a unx mismx. Es en este momento del duelo, cuando domina la disrupción o el choque de dos ideas: la de que la vida es lo deseable y la de que la muerte es inevitable. Las emociones que más se transitan en esta fase son la rabia, el enfado, la hostilidad, la envidia y el resentimiento.
  • NEGOCIACIÓN: En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Se guarda la esperanza de que nada cambie y de que se puede influir de algún modo en la situación. Un ejemplo podría ser la persona que cree que podrá volver con su pareja si empieza a comportarse de otra manera. En cierta manera, conviven la añoranza de lo perdido y el compromiso delante de la recuperación personal. Empezamos a tener metas para recuperarnos, se “negocia” con el dolor.
  • DEPRESIÓN: En este periodo la persona empieza a asumir de forma definitiva la realidad de la pérdida, y ello genera sentimientos de vacío y dolor profundo, tristeza, desesperanza, pérdida del deseo o de ganas de seguir viviendo. Puede aparecer necesidad de aislamiento social o falta de motivación. El hecho de perder a un ser querido, de enfrentarse a la propia muerte y otras causas del duelo puede hacer que la vida deje de tener sentido para nosotrxs, al menos durante un tiempo. No obstante, la fase de aceptación supone la normalización de estos sentimientos de tristeza tan naturales.
  • ACEPTACIÓN: Se acepta la realidad, se comprende que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales de la vida. No se trata de resignarse sino que hay una adaptación constructiva a la nueva realidad, iniciando nuevas relaciones, vínculos, metas y proyectos vitales.
  • GOZO: Esta es la fase que he descubierto yo misma en mi proceso de duelo y que no viene en ninguno de los estudios realizados. Es una etapa donde se conecta con el amor profundo, el placer y el agradecimiento, generando una gran apertura a vivir la vida con toda su intensidad y esplendor. Ser consciente de que moriré y moriréis pero hoy estoy, estáis, estamos vivas y vivos.
terapia de duelo

Soy Nydia Crespo y en pocos meses viví las dos muertes más impactantes de mi vida. En diciembre de 2020 mi madre, joven y sana, murió a causa del COVID con todo el horror que implicó vivirlo en medio de una pandemia mundial. Desde ese momento ya no volví a ser la misma. Aún habiendo realizado mucho trabajo personal durante años y siendo terapeuta teatral Gestalt, me sentí desfallecer de tanto dolor y tristeza, no podía respirar. Estaba muy perdida y creía que nunca podría superar su muerte. Aun así, sumergida en un mar intenso de emociones, me sentí afortunada de poder acompañarla en sus últimos días. A su lado, acompañándola a su muerte, viví los momentos más desgarradores, dolorosos, duros y, aunque suene extraño, los más llenos de belleza que he experimentado jamás.

Trás su muerte me venía este pensamiento constante: 

Si todos los días mueren personas significa que todos los días hay personas que están sintiendo el mismo dolor devastador que estoy sintiendo yo, ¿por qué no se para el mundo? ¿por qué toda la gente sigue como si nada hubiera pasado?¿Cómo es posible que nadie me hubiera dicho cómo se vive un duelo? ¿Por qué nadie me había contado qué hacer con este dolor?

Siete meses después, mi padre, un hombre fuerte, grande y sano, desarrolló un cáncer cerebral fulminante y murió con 59 años. No me podía creer lo que estaba viviendo; que en tan pocos meses mi madre y mi padre hubieran muerto y que ya nunca más les volvería a ver, a tocar, a acariciar, a besar, a oler, a escuchar, a abrazar… 

Me dió muchísimo miedo pensar que nunca volvería a sonreír ni a disfrutar de la vida. Fue entonces cuando decidí cuidar de mí, transitar mi dolor, ir a terapia de duelo y formarme en duelo con mi maestra Assumpta Mateu y su gran equipo. Y aquí estoy, ofreciéndote este residencial para acompañarte en tu proceso, porque mirar hacia otro lado no hará que duela menos solo conseguirá que duela durante más tiempo. 

Las personas necesitamos espacios para liberar toda la energía que se encapsula en un tránsito tan doloroso y abismal como es vivir la muerte tan cerca y real. Ahora sé que vivir la muerte de forma consciente es un derecho y una necesidad y nos abre a vivir mejor y más en paz la vida. Con placer y amor, te recibo para cuidarte.

Abrir chat
1
¿Te ayudamos?
Hola????, soy Inma de La Petricor Arts. ¿En qué puedo ayudarte?