¿Qué es el tantra?
El Tantra es el uso consciente del movimiento, la respiración, la voz y la presencia para activar la energía vital/sexual y acompañar su recorrido por el cuerpo. Decimos que la invitación del Tantra es la de vivir con totalidad porque tiene una base meditativa: atestiguar lo que acontece en nuestro cuerpo sin tratar de modificarlo. Esta escucha consciente fomenta la relajación del sistema nervioso, propicia la expansión del placer, la apertura del corazón y la conexión íntima.
Soy Inma Rodríguez, facilito grupos de teatro y conciencia corporal desde 2013.
Mi trabajo se apoya en la respiración, la presencia y la expresión libre para abrir el cuerpo a la conexión consigo mismo, con el/la otrx y con el medio.
Profundización, intimidad y capacidad para leer la energía sutil que se activa en los cuerpos o en el medio, han sido talentos que he desarrollado en estos 10 años de investigación, aunque siempre los he sentido propios.
Hace 4 años empecé a formarme en Tantra, acababa de duelar un vínculo importante que me dejó varias preguntas sobre mí misma abiertas delante:
¿Sé conectar íntimamente conmigo?
¿Sé reconocer mi propia energía vita/sexual, honrarla y nutrirla?
¿Soy capaz de sentir placer sin tapujos, con totalidad?
Venía de una historia sexual llena de patrones y automatismos en los que, no solo sentía que no encajaba, sino que me desconectaban de mí misma y me dejaban insatisfecha y frustrada.
En mi historia personal el sexo no ha sido, en principio, un espacio seguro para el disfrute y la experimentación, el pacer ha sido una de mis conquistas personales, me lo he tenido que currar para sentir y respetar mis ritmos, descubrir mis formas de erotizarme, aprender a validar mis necesidades corporales, emocionales y vinculares para salir de ideas prestablecidas, relajarme, entrar del todo en mi experiencia corporal y disfrutar el placer que merezco y que hoy tengo en mis intercambios sexoafectivos.
Mi compromiso con mi placer me ha llevado superar vergüenzas, buscar recursos eficientes para pasar del desazón al gozo y resignificar mi concepto de sexualidad. Hace años que no dejo mi salud sexual en manos de otras personas ni al devenir de tener o no tener pareja. Tengo citas de indagación consciente con mi placer, investigo, practico e integro en la cotidianidad todo lo que me suma a sentir mayor vitalidad y disfrute.
Mis únicas referentes han sido mis maestras de Tantra (de las que aprendí herramientas útiles para liberar creencias limitantes y expandir la energía sexual) y yo misma, que me he elegido una y otra vez, sola o en compañía, confiando en mi proceso gradual de aprender formas amorosas con mi cuerpo con las que transformar: la complacencia en respeto a mí misma, el control en entrega, la ansiedad en relajación y la moralidad en expresión libre.
Me ha tomado años autorizarme a disfrutar. Actualmente me siento en la etapa de mayor disfrute sexual de mi vida. Consciente y agradecida de lo que ha significado tener recursos útiles para desbloquear mi energía, ahora deseo compartirlos con quien tenga esta misma necesidad.
El anhelo de conexión es intrínseco a nuestra naturaleza, manifestamos nuestro ser en el encuentro.
Somos animales mamíferos, nuestra naturaleza es deseante y vincular. Sin embargo, por lo común, vivimos la sexualidad con tantos automatismos y represión que, sin saberlo, nos violentamos. No podemos sentir todo el placer que se puede sentir sin relajación. La relajación del sistema nervioso se da cuando nos sentimos acojidos, sostenidas, a salvo en nuestra vulnerabilidad. Me hace gracia cuando se identifica el sexo salvaje con la pornografía, con un sexo performático, gimnástico y friccional.
Ser salvaje en el sexo es un acto de entrega y de vulnerabilidad, es la posibilidad de afectuarnos sin corazas, de entrar en lo más íntimo del otrx y también de dejarse ser vista en lo más profundo y esencial.
Si te mueve el deseo de conexión humana, si tu cuerpo te pide un sentir sensible y consciente, desde lugares que no delimiten el intercambio de afecto y conexión al coito o a la pareja… el Tantra puede ser un buen apoyo. Te espero con amor.